LA COMPASIÓN
La compasión nace de la unión de la divina misericordia y de la piedad universal.
La misericordia divina posee la capacidad de preparar el órgano del corazón, para que se pueda alojar en él, la compasión.
La piedad universal predispone al ser humano a hacer actos compasivos.
El acto amoroso de la compasión es el de acompañar a otro ser humano en un momento de aflicción.
En el acompañamiento compasivo se comparte el sufrimiento, y de esta forma, el afligido sufre menos.
Existe una gran diferencia entre sentir pena por alguien o sentir compasión.
La pena es sentir el sufrimiento propio, por algún motivo.
En la compasión siempre se acompaña y se comparte el sentimiento.
Cuando se es compasivo aflora la comprensión sobre el sufrimiento de quien se acompaña, creciendo la sabiduría propia y preparándonos ante una situación parecida.
Cuando la compasión es muy ejercitada se desarrollan, en el corazón, una serie de fuerzas capaces de aliviar el sufrimiento a quien sufre.
El ser humano compasivo la herramienta que más utilizan son los oídos.
Saber escuchar, a la persona que se encuentra sufriendo, significa que las palabras dolorosas penetran a través de los oídos hasta el corazón, donde son reparadas, y a través de la voz del silencio son devueltas al afligido, donde le aliviarán el dolor.
¡Los seres compasivos son los grandes limpiadores del dolor en el mundo!
Santiago Barberán
11/06/2022
CONFERENCIA: LA COMPASIÓN
Gracias por esta reflexión tan profunda
ResponderEliminarGracias infinitas por entregarnos el conocimiento de tipo superior que alibia el corazon❤️
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