LA MATERIA

 

A través de la materia original se expresa el Eterno Femenino divino y espiritual.

La materia original es la creadora de las infinitas formas que componen el universo.

En el interior de la materia original se encuentra el espíritu, el principio masculino.

Sofía, el Eterno Femenino, es la luz primogénita.

Cuando la luz primigenia penetra en el ser humano, tiene la necesidad de expandirse, de desarrollarse, de realizarse, y a esta luz se le llama esencia.

La esencia es la principal característica del ser humano, en los demás reinos, la luz primigenia es llamada elemental.

El cuerpo físico del ser humano posee unas características muy diferentes a los cuerpos de los otros tres reinos, y esto se debe a la finalidad del cuerpo físico humano, ya que ésta es el desarrollo de la luz primigenia, la esencia.

La luz primigenia de los cuatro elementos visibles de la naturaleza, llamada elemental, posee su nombre propio según en qué cuerpo físico se exprese.

     La inteligencia, el elemental, del fuego, es llamado salamandra.

     La inteligencia del elemento aire es llamada silfo o sílfide.

     La inteligencia del elemento agua es llamada ondina o nereida.

     La inteligencia del elemento tierra es llamada gnomo o pigmeo.

En la parte física, anímica y energética del ser humano se encuentran los cuatro elementos.

     La sangre humana es el hábitat de las salamandras.

     El oxígeno que recorre el cuerpo humano es el hábitat de los silfos y las sílfides.

     Los diversos líquidos corporales son el hábitat de las ondinas y las nereidas.

     La estructura ósea que da la forma al cuerpo físico es el hábitat de los gnomos o pigmeos.

El ser humano está compuesto de tres cerebros:

El cerebro intelectual, el cerebro emocional y el cerebro motor-instintivo-sexual.

Estos tres cerebros permiten al ser humano, junto con otras características, a penetrar en la senda de la revolución de la esencia.

Los reinos mineral, vegetal y animal, también poseen los tres cerebros, y estos tres cerebros junto a otras características permiten que puedan desarrollarse dentro de la senda o camino de la evolución elemental.

La finalidad de la creación universal es la que un elemental evolucione hasta el estado de esencia y que ésta penetre en la senda de la revolución de la esencia y se transforme en alma.

Los tres cerebros se dividen en cinco centros energéticos.

     El cerebro instintivo-motor-sexual se transforma en el centro instintivo, el centro motor y el centro sexual.

     El cerebro emocional se transforma en el centro emocional.

     El cerebro intelectual se transforma en el centro intelectual.

El cerebro motor-instintivo-sexual en cábala es llamado Nefesh y su centro de gravedad reside en el hígado.

El cerebro emocional en cábala es llamado Ruaj y su centro de gravedad es el corazón.

El cerebro intelectual en cábala es llamado Neshamá y su centro de gravedad es el cerebro.

Existen dos centros superiores llamados intelectual superior y emocional superior.

El emocional superior en cábala es llamado Jaiá.

El intelectual superior en cábala es llamado Iejidá.

El control del centro emocional superior e intelectual superior es ejercido por la parte consciente del ser humano.

Los cinco centros del ser humano pueden ser controlados tanto por la consciencia, como por la inconsciencia.

En la cábala los cinco centros del ser humano han de ser controlados por la luz interior llamada “Or Primi”, la luz del plano mental.

Los dos centros superiores del ser humano han de ser gobernados por la luz circundante llamada “OR MAKIF” que procede del Ein.

Para que la consciencia gobierne Jaiá, el emocional superior se ha de ir al origen y transmutar y sublimar la semilla original.

En la semilla original, donde nace el propio origen, se encuentra el Adam de Bría, el ser humano de creación; el Adam de Ietzirá, el ser humano de formación; y el Adam de Asiá, el ser humano de acción.

Estos tres Adam son llamados en hermetismo contemporáneo como el cuerpo astral, Adam de Briá; el cuerpo mental, Adam de Ietzirá, y el cuerpo causal, el Adam de Asiá.

Los cuerpos superiores existenciales del Ser, el cuerpo astral, mental y causal poseen tres cerebros, cinco centros y dos centros superiores.

El número tres, el número cinco y el número dos suman el número 10, el ser humano completo.

En el árbol de la vida, de la cábala hebrea, los tres cerebros y los dos centros superiores poseen una sefirot donde se ubican.

     Nefesh, el cerebro motor-instintivo-sexual, se única en la sefirot Maljut.

     Ruaj, el cerebro emocional, se ubica en la sefirot Tiferet.

     Neshamá, el cerebro intelectual, se ubica en la sefirot Biná.

     Joiá, el centro emocional superior, se ubica en la sefirot Jorjmá.

     Iejidá, el centro intelectual superior, se ubica en la sefirot Keter.

 

Santiago Barberán

12/06/2022

 

Conferencia:

INTRODUCCIÓN

LA MATERIA 

Comentarios

  1. Gracias por este espectacular despliegue de conocimiento.

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  2. Muchas gracias por tus Conferencias que llegan al alma❤️❤️❤️❤️❤️

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