LA RUTA DE LA MUERTE ESPIRITUAL
LA RUTA DE LA MUERTE ESPIRITUAL
Penetrar en los misterios de la Muerte no es nada sencillo,
pero existe una serie de metodologías, y nosotros hemos escogido una de ellas.
La vida te pone a prueba, para penetrar en los misterios de
la Muerte.
La diosa Maya, la ilusión, como si fuera una sirena, a
través de su melodioso canto y su forma sinuosa, intenta apartarte de la ruta
que conduce a los misterios de la Muerte.
Si el navegante del mar de la vida no sucumbe al encanto de
Maya y no abandona su barca, llegará con su barco a un lugar de oscuridad,
donde sólo un pequeño fuego lo esperará.
Tiempo de espera, tiempo de reflexión, hasta que llega el
Maestro interno que lo conducirá a donde se encuentran otros caminantes de la
ruta de la Muerte.
Lo primero que deberá realizar el recién llegado es eliminar
las falsas luces que posee en su interior.
En la eliminación de las falsas luces, es ayudado por su
Maestro interior.
Sin luces falsas, todo queda en oscuridad, pero ya no eres
guiado por la falsa luz.
El Maestro interior, hace que la primera imagen que vea el
discípulo, sin luces falsas, sea a él mismo.
Viéndose a sí mismo, el discípulo, debe autocorregirse.
El discípulo, debe cambiar sus equivocaciones por aciertos,
para que la luz verdadera penetre en su interior y sea la guía de todos sus
procesos.
Sin embargo, el Maestro interno no estará con él para
ayudarlo.
Con el discípulo se quedará su hada madrina, o su hado
padrino o ambos a la vez, y ellos le ayudarán en el proceso de la rectificación
anímica.
En este nuevo nacimiento llamado Muerte, el discípulo se
hace responsable de sus procesos espirituales.
Las tres fuerzas que el discípulo habrá de utilizar, para
convertirse en un ser responsable espiritualmente son: la muerte, el tiempo y
la luz.
La muerte nos entrega la inmortalidad y el tiempo nos dice
que todavía somos mortales, en cuanto a la luz, es la manifestación física de
Dios.
Dios, el Ser, nos permite extraer el tiempo de nosotros.
Durante todo el proceso de rectificación espiritual, el discípulo
se alimenta del pan de la morada de Barbelo, el pan de allá lejos, la
comprensión que nos entrega el Padre; y el agua, que es la palabra del padre.
Hasta aquí entregamos una forma de explicar los misterios de la Muerte.
Santiago Barberán
25/10/2022
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