MALJUT
MALJUT
Maljut es el reino y en el ser humano, habitualmente, es el reino sin rey y sin reina.
Todo reino necesita de un rey para ser reino.
El rey es quien legisla las leyes del reino.
El rey es el sacerdote mayor del reino, quién oficia los principales rituales.
El rey es el jefe del gobierno del reino.
La esencia es el rey del ser humano y ésta se ha de convertir en alma, y el alma en super alma.
El rey comienza su reinado en Maljut, el cuerpo físico, el reino caído; pero este reinado lo debe realizar con una reina sacerdotisa, su esposa y su compañera.
Maljut se encuentra partido en dos partes, el hombre y la mujer, y cuándo éstos se unen forman el reino completo.
La sefirot Maljut es el comienzo del trabajo espiritual.
Maljut es la sefirot más inferior del árbol de la vida y la que llevará todo el trabajo iniciático.
La sefirot Maljut posee todos los principios espirituales humanos.
Los principios humanos se han de divinizar mediante la esencia divina.
La esencia a la vez se debe humanizar con los principios humanos.
La sefirot Maljut está compuesta de agua y de tierra, de barro.
Del barro habrá de salir la piedra filosofal.
Cuando el ser humano se realiza, la sefirot Maljut se convierte en alma y es el vehículo de expresión de un dios en la Tierra.
Keter es el astro Sol y Maljut es la luna, el cuerpo celeste que refleja la luz del Sol.
Maljut en ocasiones se convierte en el principio y en otras ocasiones en el final.
La sefirot Maljut se relaciona con los pies. Los pies se encuentran influenciados por los planetas: Saturno, Júpiter y Neptuno, siendo su signo astrológico Piscis.
Saturno, Orifiel, es el padre de Júpiter, Zachariel.
Júpiter es el padre de la humanidad y Saturno es el abuelo de la humanidad.
La sefirot Maljut se originó en el planeta Tierra y es la heredera de principios espirituales que estuvieron activos en los pasados días cósmicos.
Para conocer a la sefirot Maljut se ha de estudiar la máquina humana.
El cuerpo físico es un aspecto de la esencia.
Cuando el estado de consciencia de la esencia mejora, también mejora el cuerpo físico.
En la sefirot Maljut se expresa la personalidad, el ego y la esencia.
Para que la esencia pueda manifestarse en la sefirot Maljut se ha de dominar el lenguaje psíquico, que se relaciona con la mente interior.
Tener conocimiento de alquimia, cábala, tarot, mitología, etcétera, es necesario para poseer un buen lenguaje psíquico.
El lenguaje psíquico ha de ser comprendido y no entendido.
El entendimiento se realiza con el cerebro intelectual.
La comprensión se realiza con los dos centros superiores de la máquina humana.
Para obtener la capacidad comprensiva se han de equilibrar y armonizar los cinco centros de la máquina humana.
Podemos imaginar los cinco centros, como cinco ruedas dentadas que encajan perfectamente entre ellas.
Ninguna de las ruedas posee el mismo tamaño, las más pequeñas giran más rápidamente que las grandes.
Exponemos el orden de las ruedas más pequeñas a las más grandes:
Centro sexual.
Centro instintivo.
Centro motor.
Centro emocional.
Centro intelectual.
El cerebro intelectual es la rueda más grande y la más lenta.
La rueda del cerebro emocional es la mitad de grande que la del cerebro intelectual, y el doble de rápida que la del cerebro intelectual.
La rueda del cerebro motor-instintivo-sexual es la mitad de grande que la del cerebro emocional, y el doble de rápida que la del cerebro emocional.
Para que los tres cerebros trabajen armoniosamente entre ellos, se ha de trabajar con las tres fuerzas del universo.
Las tres fuerzas del universo son:
El recto pensar.
El recto sentir.
El recto obrar.
Las tres fuerzas básicas del universo se encuentran representadas en el triángulo logoico, el triángulo ético y el triángulo mágico del árbol de la vida de la cábala.
Las tres fuerzas básicas del universo se encuentran reunidas en la sefirot Maljut, sin embargo, en las demás sefirot se encuentran separadas.
La sefirot Maljut posee la capacidad de reunir a las tres fuerzas en cualquier plano para crear.
Para que la esencia pueda manifestarse plenamente en la sefirot Maljut ha de manifestarse en el cuerpo físico la ley de la rectitud.
El movimiento de la esencia es rectilíneo, como el de la luz, y es por este motivo que la esencia se mueve y se confunde con la luz.
Cuando los cinco centros y los tres cerebros de la sefirot Maljut se encuentran alienados, las cadenas musculares del vehículo físico también se alinean entre ellas, y es cuando la esencia se puede manifestar de una forma física en el cuerpo físico.
Cuando en el vehículo físico se expresa la personalidad o el ego, los cinco centros y los tres cerebros de la sefirot Maljut dejan de estar alienados y las cadenas musculares del vehículo físico se contraen, creando contracciones musculares, y haciendo de este modo que la esencia poco pueda expresarse en el vehículo físico.
Habitualmente a los practicantes de la ciencia de la meditación se les recomienda que realicen los ejercicios meditativos con la espalda lo más recta posible.
Con la espalda lo más recta posible la personalidad se vuelve más pasiva.
Sin embargo, la forma de pensar, de sentir y de obrar, también han de ser rectas para llegar a la plena meditación.
El pensamiento recto es un pensamiento corto, no divagante.
A través de la práctica del pensamiento corto se llega al no pensar.
Cuando el proceso de pensar deja de producirse se penetra en el estado de consciencia de reflexión y más tarde al de la comprensión creadora.
Cuando se unen la necesidad con la solución de la necesidad, sin el proceso de pensar, aparece en síntesis la solución más adecuada a la necesidad.
Los pensamientos de larga duración son divagaciones del ego.
Se ha de crear el hábito y la costumbre de realizar pensamientos muy cortos.
El recto sentir es un sentimiento corto, y muy intenso.
Cuando un sentimiento es largo en tiempo se desgasta el cerebro emocional y el centro emotivo.
El recto obrar ha de ser de obras cortas y duraderas, cuyas consecuencias creen una nueva acción de forma interminable.
Las acciones habitualmente son poco duraderas en el tiempo y para mantenerlas se han de ir realizando esfuerzos continuos.
Las acciones conscientes repercuten en el resto de la existencia, incluso en otras existencias.
La ley del movimiento eterno o movimiento continuo explica que con un solo impulso debería ser suficiente, para crear un movimiento cíclico.
La existencia está hecha de impulsos infructuosos y su consecuencia es el cansancio crónico.
La humanidad se encuentra muy cansada, agotada, estéril, por haber realizado tantos esfuerzos físicos, emotivos e intelectuales.
La sefirot Maljut se encuentra caída e invertida, como la figura doceava del tarot egipcio, el apostolado.
En la figura doceava del tarot egipcio, el iniciado es despojado de sus vestiduras y se haya invertido, cogido por el pie izquierdo por la rueda de la vida. Esto indica que las fuerzas siniestras manipulan a este iniciado, y al estar cogido por la parte inferior de la Gran Rueda simboliza que las fuerzas involutivas son las que rigen su vida.
La pierna derecha se halla alejada de la rueda, por lo que no puede conectar con las fuerzas diestras.
Su pierna izquierda se alinea con todos sus centros y cerebros creando un movimiento contrario en sus chacras y plexos.
Sus dos piernas crean un terrible triángulo a la altura de la rodilla izquierda, dando a entender que su sexualidad es errónea.
También, se aprecia que sus dos manos se encuentran atadas, sin tener ninguna opción para orar a su Ser y pedir un cambio en su situación.
Se observan unas monedas que se le caen, estas monedas son valores anímicos.
Cuando no se trabaja correctamente con los cinco centros y los tres cerebros se pierden valores anímicos y con el tiempo se pierde la alegría, la simpatía, la fuerza de la juventud.
Se ve como una normalidad que a medida que pase el tiempo se pierdan facultades, sin embargo, para el hermetismo no es normal, es habitual.
Cuando se cambian las normas que rigen la propia vida lo normal deja de existir y nace la rebeldía de la juventud.
Al encontrarse la sefirot Maljut invertida, la forma de relacionarnos con el cielo estrellado, con la naturaleza, con los seres humanos y con nosotros mismos, también se encuentra invertida.
Los actos habitualmente son hijos de pensar con la mente y de sentir con el corazón, cuando deberían ser actos de pensar con el corazón y de sentir con la mente.
Cambiar la forma de pensar y de sentir ayuda a Maljut a recuperar su posición original.
Pensar a golpe de corazón, es pensar con el corazón.
Cuando los latidos del corazón se armonizan con la respiración pulmonar, el elemento aire une a ambos órganos y de ellos nace la intuición y la inspiración, el pensar de corto recorrido, el pensar psicológico.
Sentir con la mente es recibir la vida tal y como es, sin ningún tipo de traducción, y para ello la mente ha de ser receptiva.
Cuando la mente se halla agitada es porque, en ella, se expresa el ego o la personalidad.
El ego y la personalidad son quienes constantemente están traduciendo la vida, basándose en sus experiencias selectivas.
La memoria del ego y de la personalidad es selectiva, olvida aquello que no le interesa y sobresalta aquello otro que los estimula.
Es de esta forma como ego y personalidad desvirtúan las experiencias vividas, creando a su vez una falsa percepción de la vida, que el ser humano la cree como verdadera.
Si el corazón se convierte en un órgano activo, y la mente propia se halla en estado receptivo, la vida, que son impulsos, se graba en la mente y la podemos vivir en el corazón, volviéndonos clarividentes.
La transmisión de lo vivido de una persona a otra debe recibirse con la mente en estado pasivo, de esta forma, cuando alguien nos transmite una experiencia vivida es vista tal y como el transmisor la vivió, sin ninguna interferencia, sin ninguna traducción.
Este modo de vivir es llamado en hermetismo ver y oír sin traducir.
Reflexionemos en la acción de observar una figura en la que se encuentra depositada, en ella, conocimiento hermético.
La figura cuando es observada entrega una primera información, que se relaciona con la capacidad de asombro.
La capacidad de asombro se relaciona con la imaginación.
Si la capacidad de asombro es grande, la imaginación, también será grande.
Si el observador de la figura no se asombra instantáneamente, utilizará el intelecto para encontrar información sobre lo que ha estudiado o leído sobre la figura o alguna otra semejante a ésta.
A través de la capacidad de asombro, el pensar psicológico nos desvela la información que contiene la figura.
Todo este proceso se desarrolla gracias a que la mente se encuentra en un estado pasivo.
Cuando un ser humano se encuentra en estado consciente, la energía física se desplaza centrípetamente.
Cuando el ser humano se encuentra en estado de inconsciencia, la energía física se desplaza centrífugamente, haciendo que los pensamientos sean demasiado largos.
La famosa frase que dice: “La respuesta se encuentra en tu interior”, se basa en hallar y buscar la respuesta en la mente interior.
Cuando hallamos la respuesta en la mente interior, observamos la respuesta en el exterior.
“El exterior es reflejo de lo interior”.
Se percibe el mundo exterior según se encuentren desarrollados los sentidos y facultades íntimas.
El despertar de Maljut se basa en el nivel de ser y de saber.
El ser y el saber es información que cambia la forma de ver y de vivir la vida.
El nivel de ser y de saber son tesoros de la luz, según cuánto saber poseamos, así de ricos seremos.
Sólo mediante el trabajo interior aumenta nuestra riqueza espiritual.
La sefirot Maljut ha de girar y volverse de nuevo a colocar como en un principio se encontraba, como una pentalfa levantada, apoyada en sus dos pies y con la cabeza mirando descaradamente hacia el absoluto.
Muchas gracias por tan importante Conferencia❤️❤️❤️❤️
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