EL LABERINTO INICIÁTICO

 EL LABERINTO INICIÁTICO

Todo caminante del camino iniciático debe ir guiado, o acompañado, por un Maestro iniciado en los misterios del alma. 

En este viaje a través del laberinto iniciático de Horta nuestro consejero será Homero. 

Homero es un gran Maestro helénico, autor de la “Ilíada” y de la “Odisea”. Este gran Maestro anotará en sus cuadernos cada detalle de nuestro viaje iniciático, para que una vez acabado dicho viaje, las aventuras que vivamos en él sean útiles para otros viajeros tan intrépidos como nosotros. 

Homero nos indica con su mirada, el lugar por donde ha de empezar nuestro viaje, siendo dicho lugar el patio de los Leones sonrientes. 

El patio o la plaza de los Leones sonrientes simboliza la ley del Karma, y la sonrisa de los leones llena de esperanza nuestra alma, al comprender que no tenemos que tener ningún temor, sino que la ley del Karma nos apoya en este viaje iniciático. 

En la plaza de los Leones sonrientes encontramos grabado en piedra viva al Dios Poseidón y a la Diosa Anfitrite. Esta pareja de Dioses están a la misma altura en poder y fuerza que los Dioses Zeus y Hera, con la diferencia de que Poseidón y su mujer Anfitrite son los Dioses del mar y de todo lo relacionado con el elemento agua. 

Poseidón pudo tener como esposa a Anfitrite gracia a la diplomacia, y esto nos indica que para andar este camino iniciático hemos de ser diplomáticos. La diplomacia es la ciencia de los intereses y relaciones internacionales, y es por esto que la ciencia de la diplomacia nos servirá de gran ayuda para relacionarnos con los Dioses, ya que los Dioses nos han de ayudar a llevar a buen fin esta empresa que estamos a punto de comenzar. 

No nos hemos de olvidar que este viaje iniciático se podrá sólo realizar con la colaboración de nuestra parte humana con las diversas divinidades que nos vayamos encontrando a lo largo del camino. 

Al lado de Anfitrite y Poseidón, podemos observar otra obra de arte que representa el rapto de Europa por Poseidón. 

Poseidón se metamorfoseó en un toro blanco para poder raptar a Europa. El toro representa la tenacidad, otra de las virtudes que unida a la diplomacia, será uno de nuestros sustentos durante toda la duración de nuestro camino. 

Ha llegado el momento de que nos dirijamos hacia la entrada del laberinto, acompañados de la diplomacia y de la tenacidad. 

Antes de entrar en el recinto del laberinto, tenemos que observar el fresco en el que se encuentran representadas las figuras de Teseo y Ariadna. 

Teseo representa a cada uno de nosotros, y Ariadna representa al Eterno Femenino que se encuentra oculto en nuestro interior. Pidamos, de igual manera que hacen los toreros antes de saltar a la plaza de toros para torear, y roguémosle a nuestra virgencita, representada por Ariadna, que nos guíe a través del laberinto hasta su centro, para poder matar al Minotauro. 

El ovillo de hilo son los consejos del Maestro Homero, al igual que también puede representar el conocimiento esotérico gnóstico, ya que sólo el conocimiento de un Maestro, en este caso Homero, al igual que el de una enseñanza de misterios mayores como lo es la Gnosis, tiene la sabiduría de conducirnos a través del laberinto de las teorías. 

Antes de que te adentres en el misterio, amigo viajero, queremos pedir a los Dioses que te acompañen en todo este peregrinaje y que tu Divina Madre no permita que te extravíes dentro del laberinto. 

Ahora ya puedes entrar, y no desfallezcas si vuelves otra vez del sitio del que partiste, sino todo lo contrario, busca otro camino que te lleve hasta el centro del laberinto. 

EL CENTRO DEL LABERINTO 

 

Felicidades intrépido viajero, ya has llegado al centro del laberinto. ¿Por qué te extrañas de no encontrar la figura del Minotauro en él?, ¿acaso no sabes que el Minotauro es invisible a los ojos humanos? 

La lucha contra el Minotauro es terrible, no por la fuerza que tiene el Minotauro, sino por su invisibilidad a nuestros ojos físicos, y es por esto que necesitamos abrir nuestra mente interior, donde se encuentra nuestra visión psíquica, y con la que podremos luchar contra nuestro Minotauro. 

Te aconsejamos que estudies con detenimiento la escultura de Eros que tienes ante tus ojos. 

La sabiduría de Eros nos previene contra la mitomanía, la egolatría y la paranoia. 

Piensa y reflexiona que el iniciado ha de ir acompañado de la mano de Marta. Marta es la virtud de la humildad, que en los misterios griegos significa “ser uno mismo”. No has de demostrar más de lo que eres, o si no, la vida te pedirá más de lo que tú puedes dar y te sentirás estresado y explotado, pero tampoco demuestres menos de lo que realmente vales, porque si no, la vida te pedirá menos de lo que tú puedes dar y te sentirás menospreciado. 

Ahora que vas acompañado de Marta, es el momento en que debes escoger entre una de las ocho puertas. 

Nuestro consejo es que escojas la puerta que señala Eros con su mirada. 

Marchar hacia donde te lleva la visión del amor nos conduce a la fuente de vida eterna, o también denominada la fuente de la eterna juventud, donde nos deberíamos bañar en sus aguas cristalinas. 

Siéntate y observa de dónde emerge su agua, de una piedra. Esta piedra es denominada por los alquimistas “la piedra filosofal”, y es una piedra que ha de ser completamente labrada. Tu piedra todavía no está pulida, has de trabajarla con el martillo, que representa tu voluntad superior, y con el cincel, que representa tu inteligencia. 

Ahora amigo viajero, has de escoger por ti mismo qué camino seguir, el de Budha de contemplación, que es aquél que quiere perderse en el Nirvana, o bien, el de Budha de compasión, que es aquél que renuncia al Nirvana para ayudar a otros en el camino iniciático. 

Estos dos caminos están representados por las dos puertas. La de la derecha es el camino seco, o también llamado camino recto, el cual es el camino del Budha de compasión, mientras que la puerta de la izquierda te conducirá al camino mojado, o también denominado el camino espiral, el cual escogen aquellos Budhas cuya meta es el Nirvana. 

Observa ahora, querido caminante, que las escaleras te conducen a la cueva de Eco y Narciso. 

Asómate para ver tu rostro reflejado en el agua, ¿no ves cómo ha cambiado tu fisonomía? Ya no eres aquél que un día se aventuró en el camino, ya eres un caminante del sendero, y a la altura de donde te encuentras en tu camino iniciático, has de unir dos naturalezas por sí mismas opuestas y que están representadas en la leyenda de Narciso y Eco. 

La primera naturaleza es el verbo, y éste se encuentra ubicado en nuestra laringe, que se halla en el segmento cervical, donde las vértebras cervicales tienen forma de triángulo. 

La segunda naturaleza es el sexo, y éste se encuentra ubicado en nuestros órganos sexuales, que se hallan en el segmento coxígeo de nuestra columna vertebral, cuyo segmento tiene forma de triángulo, pero esta vez invertido. 

Has de unir los dos triángulos, y formar con ellos la estrella de seis puntas, el Sello del Sabio Salomón. 

El primer triángulo es la Ninfa Eco, y el segundo triángulo es el joven Narciso. 

Date cuenta que estás a punto de cambiar el destino de estos dos seres mitológicos que se encuentran ubicados dentro de ti. 

La unión de la ninfa Eco (el verbo) y el joven y hermoso Narciso (el sexo), se realiza a través del sexo y los mantrams… 

Sigue ascendiendo compañero viajero, pero antes de ascender por las escaleras, observa la forma de éstas. 

Tienen la forma del caduceo de Mercurio, símbolo de la diplomacia, y que los diplomáticos siempre llevan consigo. 

El caduceo es el bastón de Mercurio, Iris, etc…. 

Este caduceo está enrollado en tu columna vertebral, y tiene tres nudos: el primero en el coxis, el segundo en el corazón, y el tercero en el entrecejo. 

Ya has ascendido por la escalera que te ha conducido hasta un mirador, observa ahora el laberinto, ve que hay otros que también luchan por salir del laberinto. Una pequeña plegaria por estas almas deberías hacer en estos instantes… 

Dirígete ahora hacia tu derecha, y observa el fresco que hay ante ti. Representa a una joven doncella que los ángeles y el viento se la llevan al cielo. Comprende que existen virtudes nacidas en ti que no son humanas sino que son divinas, y ascienden en la forma de una doncella hasta el cielo. Medita sobre el misterio del alma humana, y el alma divina… 

Más a tu derecha está el Templo a Ariadna, a tu Divina Madre, la que te ha ayudado en todas las vicisitudes que has tenido que pasar. Para salir del laberinto, hónrale con una oración, dándole gracias por su inestimable ayuda… 

Vuelve sobre tus pasos y dirígete ahora al otro extremo del mirador, y observa cuidadosamente la representación mitológica que está grabada en piedra viva que representa al virtuoso Deucalión y a su mujer la casta Pirra. 

Sólo son salvados del diluvio universal aquéllos que construyen el arca y navegan en ella. 

Misteriosa arca de la alianza, permítenos sobrevivir a la ira de los Dioses en esta época de oscuridad. 

Llega ahora al Templo de Dánae, y ríndele culto, ya que tu Eterno Femenino escogerá su forma para guiarte en lo que queda de camino. Has dejado de ser Teseo, compañero viajero, para convertirte en Perseo. 

Sigue andando por el único camino que puedes. ¿Ya has llegado al puente?, ¿osas cruzarlo?, reflexiona y piensa que no podrás volver atrás. 

Bien, compañero viajero, haz un alto en medio del puente arqueado, y observa la pareja de cisnes que nada por encima de las aguas. El cisne es un misterio, es un ave que vive en el elemento acuático: el elemento agua y el elemento aire unidos. Reflexiona que tú también has de ser como un cisne, y vivir en el líquido elemento y surcar los aires. 

Sigue andando peregrino del camino y observa las grandes escaleras que tienes ante ti. Ya sabes cuáles son los nombres de estas escaleras: Idá y Pingalá. 

En la parte superior de las escaleras encontramos el pabellón neoclásico, y por encima de éste, en lo más alto del pabellón, encontramos la escultura de la coronación.  

Asciende caminante por las escaleras. ¿Acaso te asombra encontrarte con un gran estanque? Este estanque es el que da vida a tu vida que has dejado, y a la vez también da vida a esta vida nueva que has reencontrado. 

El estanque es alimentado por dos peces, y éstos son llamados Mercurio y Azufre. 

Observa la figura que se encuentra cincelada en el pabellón neoclásico, no es otra que Hypatia. ¿Acaso pensabas que este camino sólo era para varones?, o bien, ¿pensabas tú, que por ser mujer, no podrías recorrer este camino? 

Grandes Maestras siempre han existido e Hypatia fue una de ellas. Hypatia entregó su vida a la ciencia, y a ti, ya que por haber entregado su vida a la ciencia del Ser, esclareció el camino para otros como tú. 

Voltea todo el estanque, mira la otra cinceladura que nos muestra el sacrificio de Hypatia. Sabiendo Hypatia que la iban a asesinar, no dejó de trabajar por esta humanidad. 

Querido viajero te pido que levantes una oración al cielo por Hypatia, virgen y mártir, agradeciéndole todo el gran sacrificio que hizo por nosotros… 

Acércate ahora a la fuente de la ninfa Egeria. 

La ninfa Egeria transmitió al rey Numa todo el conocimiento de las Musas para que este rey pudiera organizar el calendario litúrgico romano. 

Ninfa y rey fueron los que organizaron las bases del imperio más grande que nunca haya existido sobre la faz de la Tierra. 

Pide, querido compañero, a la ninfa Egeria, el conocimiento de las Musas, y crea en tu interior el cosmos (orden y armonía). 

Ruego a los Dioses que tu andar te haya hecho llegar a la isla del amor, que como puedes ver, es pequeña, y que para llegar a ella has de mover el puente corredizo, y es que el amor de pareja es un círculo hermético y cerrado, pero eso tú ya lo sabes. 

Por fin has llegado a la cueva de Medusa, ahora al igual que Perseo has de cortarle la cabeza. No temas, a ti como a Perseo te apoyan la Diosa Atenea y el Dios Hermes. 

En tu camino encuentras otro estanque de la ninfa Egeria, y ésta todavía te da muchos conocimientos que no te podía dar hasta que cortaras la cabeza de Medusa. 

Ahora experimentado caminante tus ojos ven el pequeño laberinto, y este laberinto es el mismo que el que empezaste a andar al principio, pero ha disminuido gracias a tus trabajos internos. 

Tus pasos te han llevado a la puerta del eremita, ya que te encuentras como un eremita, solo en el camino. 

Observa que encima de la fuente hay un exvoto íbero, ya que este camino ha estado plasmado en todas las culturas y en todos los cultos. 

Por fin solo, has llegado al cementerio, donde has de acabar de eliminar los defectos psicológicos que te faltan. La muerte es tu fiel aliada. 

Vuelve otra vez al camino, y regocíjate ante la visión de la cascada, ésta simboliza el nadi Amrita, y éste lleva la energía erótica desde el entrecejo al corazón, donde una vez más el corazón la impulsa por todo el cuerpo. 

 

Santiago Barberán