LA TALIDAD
LA TALIDAD
La Talidad es la Gran Realidad, la verdad, sin ningún tipo
de opción, es lo que es y no hay ni más ni menos.
La Talidad se encuentra “más allá” del Vacío Iluminador.
Aunque el Vacío Iluminador no puede, aunque se intenta, ser
descrito, diremos que aún sabiendo que no puede ser descrito, que el Vacío
Iluminador posee la gran facultad de resaltar el Espíritu, más de lo que él por
sí mismo pueda resaltar.
Sin embargo, en la Talidad se resaltan las características
espirituales, íntimas e “individuales” del Espíritu.
Estas características que pueden observarse en la Talidad,
son las que han determinado, desde un origen sin origen, al Espíritu en sí
mismo.
Tanto el Vacío Iluminador como la Talidad, poseen como
denominador común lo absoluto o el Absoluto.
El Absoluto que posee todas las características, porque de
él parten todas las características, es independiente de las propias
características que parten de él mismo.
El absoluto depende de sí mismo, sin embargo, nos cuentan
algunos filósofos que eso “fue” así, pero que “ahora” ya no lo es.
El Sagrado Sol Absoluto, pasó de auto egocrático, se bastaba
por sí mismo, a trogo auto egocrático, sobrevivir gracias a la simbiosis.
Y la pregunta a modo de Kaom es: ¿Si el Sagrado Sol Absoluto
ha dejado de ser auto egocrático y ha pasado a ser trogo auto egocrático, sigue
siendo absoluto?
Santiago Barberán
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