EL CAMINO
EL CAMINO
El Camino Iniciático puede ser comprendido de diferentes
formas, una de ellas nos dice que solo existe un Camino y un solo sistema de
caminarlo, sin embargo, existen más formas de comprender el Camino.
Quién recorre el Camino es la esencia y aunque ésta tiene ciertos
centros preferentes para expresarse, el vehículo primordial por el cual se
expresa la esencia es la sangre.
¡La sangre es el Vehículo del Alma!
La esencia se encuentra en todo el cuerpo a la vez, porque
su vehículo se encuentra, prácticamente, en todo el cuerpo a la vez.
Quizás, el Camino Iniciático se podría comparar al sistema circulatorio,
y pensar que la esencia posee la capacidad de caminar por diferentes tramos del
Camino a la vez, mediante el don de la ubicuidad, estar en todas partes al
mismo tiempo.
De esta forma, la esencia posee la capacidad de encontrarse
en un nivel de ser y a la vez encontrarse en un nivel de saber que, quizás, no
correspondería al nivel de ser en donde se encuentra ubicada.
Quizás, una esencia posee un nivel de entrega hacia los
demás (generosidad, sacrificio) y otro diferente en entrega hacia a sí misma
(meditación, desarrollo propio)
Aunque, según algunos místicos, para avanzar hasta las cotas
más elevadas del Camino, no podría existir una gran “distancia” entre las
infinitas virtudes anímicas propias.
Cuentan relatos que, cuando algunas virtudes o principios no
han llegado a donde debían de llegar, o bien el Maestro debe realizar “trabajos”
en el mundo, o existen lugares fuera de este mundo, donde se pueden acabar los
trabajos necesarios para que todas las partes anímicas lleguen al lugar
indicado.
Santiago Barberán
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