PSICOLOGÍA REVOLUCIONARIA

PSICOLOGÍA REVOLUCIONARIA 

 

Agosto 3, 2024 

 

El ser humano en el mundo de la mente puede ser observado como un punto de luz. 

Habitualmente, este punto de luz se desplaza en línea recta, a una velocidad constante y hacia una única dirección.  

El conjunto de la sociedad humana considera que el punto de luz avanza. 

Cuando el punto de luz, desde su primer destello hasta su último destello, no ha variado su dirección, en esoterismo se dice que se encuentra sujeto a la ley de mecanicidad. 

La ley de mecanicidad protege al punto de luz, desde el primer impulso hasta el último efecto de éste. 

Si le devolvemos al punto de luz su figura original, podemos observar que hay seres humanos que se rigen por la ley de mecanicidad. 

Para que el punto de luz (el ser humano) pueda dejar de ser regido por la ley de la mecanicidad, una nueva ley ha de originarse en su interior. 

Esta nueva ley es la revolución de la conciencia. 

Una de las formas para comprender la ley de la revolución de la conciencia, es comprender de dónde nace esta ley… 

Para que nazca en el interior del ser humano la ley de la revolución de la conciencia, el ser humano ha de percibir que posee la capacidad de variar su destino, aquello que sería la velocidad y la dirección del punto de luz. 

Si el ser humano recibe algún tipo de influencia (información, conocimiento) que posee la habilidad de cambiar su destino, y lo pone en práctica, habrá hecho un acto conciente, un acto que no se encuentra en la influencia de la ley de mecanicidad. 

En esoterismo, cuando un ser humano recibe algún tipo de información sobre su capacidad de influir en su rumbo y velocidad (el destino), se dice que ha ascendido de nivel de saber. 

Cuando a un ser humano le llega información sobre su propio libre albedrío, también le llega información de que puede alcanzar ser mejor ser humano, dejar comportamientos egocéntricos, y buscar comportamientos más afines a los conocimientos que le han llegado últimamente. 

Estos nuevos comportamientos hacen que el ser humano ascienda de nivel de ser. 

El ser humano con el cambio de ser y de saber, ya no es como era antes, ni tampoco desconoce aquello que antes ignoraba. 

La ascensión mediante el ser y el saber conducen al ser humano a un lugar que es llamado el buen dueño de casa. 

El buen dueño de casa es considerado por algunos esoteristas el primer estado de conciencia, porque desde este lugar el ser humano se convierte en un rebelde, y penetra en la corriente de la revolución de la conciencia. 

Mediante la revolución de la conciencia el ser humano trasciende un sinfín de leyes, incluso él mismo se transforma. 

 

Santiago Barberán