HERMES TRISMEGISTO
HERMES TRISMEGISTO
Hermes Trismegisto, el tres veces grande Ibis de Thot, vendría a ser el origen del mundo hermético.
Para el mundo hermético, Hermes Trismegisto es un personaje histórico, aunque los historiadores actuales lo vean como un personaje ficticio.
Para nosotros, Hermes Trismegisto se remonta a los orígenes de esta creación, por lo que es inmortal, y no lo podemos ubicar en un lugar o época determinada.
Los principios herméticos han sido transmitidos a lo largo de los siglos de maestros a discípulos, y los podemos encontrar en diversos lugares como el Zohar, la Alquimia, etc.
El hermetista, que medita en sí mismo, en quién es uno, se da cuenta que tiene una gran parte de Hermes en su interior. Y utiliza fuentes como las meditaciones, las experiencias oníricas, las salidas en astral, etc., para encontrar su propio Hermes.
Para nosotros, uno de los significados de Trismegisto sería “El de los tres magisterios”: rey, sacerdote y legislador.
Rey: el que rige la ley. Sacerdote: el dador de dotes. Legislador: el que legisla las leyes.
Trismegisto nos explica que hemos de tener estos tres magisterios. Y para llegar a ellos hemos de empezar por ser Hermes.
Hermes nos recuerda a la palabra “hermano”, la hermandad como la unión por una idea, un compromiso, un camino, etc.
Antes de asociarse al mundo religioso, existieron las hermandades en las tribus íberas, bretañas y druidas, personas que dejaron de ser de un clan y se unieron para luchar contra los romanos por un bien en común.
Un Hermes o un hermetista es un ser humano desligado de toda religión, que no tiene que rendir cuentas a nadie. Ha trascendido su propia religión y está en el camino de la hermandad, el camino de Hermes, en busca de esos tres magisterios.
Aunque no tengamos pruebas de ello, para nosotros Hermes creó lo que es el Tarot.
Los 22 arcanos mayores son los 22 misterios.
Si en vez de sumar los dígitos del número 22, los restamos, nos da el número 0, el Principio.
Los 22 arcanos están dispuestos formando una circunferencia, creando el número 0, porque es de la nada de donde vamos a surgir. No surgimos de la enseñanza de nadie, sino de nosotros mismos, de la nada.
Del Chaos surgen los dioses, los hombres y las bestias. Hemos de crear ese caos superior en nuestro interior, para que surja algo que antes no había surgido, nosotros mismos.
Los que renuncian a su religión y se vuelven una hermandad, empiezan desde cero, de la nada, del Ein.
De la nada sale todo.
Esos 22 arcanos son ese 0 del que hemos de surgir.
Cada uno de esos 22 arcanos nos explica una parte de lo que nos va a suceder en ese camino interior o iniciático.
Esos 22 arcanos o misterios cincelados en el trono de Hermes tienen que ser nuestro aposento, el suelo que nos va a sostener en nuestro andar interno.
Si restamos los dígitos de los 56 arcanos menores, nos da el número 1.
Y obtenemos el número 10. El ser humano hermafrodita, el hombre y la mujer. El antiguo dios IO.
También encontramos a Hermes en la quiromancia, en los diez dedos de las manos. Nos habla de quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos.
Al evocar a Hermes, como un talismán, evocamos a quienes somos nosotros, de donde vamos a surgir y hacia donde vamos a ir.
Escrito redactado por Sandra Ortí
Comentarios
Publicar un comentario