LA GULA
LA GULA
18 junio 2024
La palabra gula deviene etimológicamente del latín “glutiere”, que significa devorar.
La gula es un deseo, y como todos los deseos, ni da ni posee orden, por lo que se encuentra en contra del propio Júpiter íntimo.
Preparar un alimento es un acto de cariño, amistad y amor.
Orar a Dios para agradecerle los alimentos que vamos a consumir, es alimentarse con consciencia.
El hambre, en ocasiones, no puede ser satisfecho con los alimentos, y debe ser satisfecho con la mística.
Existen modos de vivir que explican que gracias a la gula y a la lujuria vivimos y nos reproducimos.
Quien debería regir el apetito es el instinto de supervivencia, sin embargo, podría ser que fueran:
Los horarios de comer, la publicidad, la moda, la ansiedad, el premio, etc.
Comer es la segunda necesidad primaria, la primera es respirar.
La voracidad compulsiva de comer es a consecuencia de estar vacío de ilusiones, de esperanza, de cariño, etc.
La voracidad impide gozar la vida a sorbos, lentamente, sin prisa.
¡Contra la gula, la acción de compartir!
La gula es la responsable del caos alimenticio, y la que crea el hambre.
La gula es un pecado jupiteriano.
Júpiter se encuentra representado en el hígado.
En el hígado fue clavada la lanza de Longinus a Jesús, el Cristo, de donde emanó sangre y agua, símbolo del misterio de la transubstanciación.
Santiago Barberán
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