EJERCICIOS ESOTÉRICOS

EJERCICIOS ESOTÉRICOS 

 

Agosto 12, 2024 

 

Todo ejercicio esotérico comienza desde el estado de conciencia de la Íntima Recordación. 

Explicaremos cinco ejercicios esotéricos que se encuentran encadenados entre sí. 

Primer ejercicio: Se debe encender una vela, ponerse a una distancia prudente de ella y observarla. 

Si se contempla el fuego de una vela, el fuego de la vela nos contempla a nosotros. 

Nosotros somos quienes le hemos dado vida al elemento fuego. 

Debemos hacernos cuatro preguntas: 

¿Qué necesitamos del elemento fuego? 

¿Qué necesita el elemento fuego de nosotros? 

¿Cómo nos podemos comunicar con el elemento fuego? 

¿Cómo el elemento fuego se puede comunicar con nosotros? 

Delante de nosotros se encuentra un ser desconocido. 

El lenguaje del elemento fuego es el sonido silbante, el mantra S. 

Vocalicemos el mantra S, para armonizar nuestro ser, y de este modo poder comunicarnos con el elemento fuego. 

Una vez que exista la armonía necesaria, presentémonos y esperemos la respuesta del elemento ígneo. 

Cuando el fuego quiere comunicarse, su genio elemental adopta la figura de la salamandra. 

Un elemental del fuego cara a cara con un ser humano. 

Dos seres que existen en dos mundos totalmente diferentes, observándose mutuamente. 

Pidámosle al elemental del fuego que purifique los vehículos de expresión de alma, y éste así lo hará. 

Podemos averiguar cuál es el nombre propio de la salamandra. 

Segundo ejercicio: Pongamos una rosa en un recipiente con agua. 

Observemos el agua del recipiente. 

En el elemento agua existen infinitas partículas concientes, que forman el elemento agua. 

Si somos capaces de atraer la atención de las infinitas partículas del elemento agua, todas se unirán en un solo cuerpo, formando el cuerpo de una ondina o nereida. 

La ondina o nereida se levantará sobre sí misma, con la curiosidad de ver quién la observa. 

Para captar la atención de las ondinas, se ha de vocalizar el mantra M. 

Una vez captada la atención de la ondina, podemos hacerle las preguntas que creamos necesarias. 

Tercer ejercicio: Salgamos al campo y observemos el elemento aire. 

El aire está vivo, y sus principios vitales son llamados silfos y sílfides. 

Hagamos el sonido del viento huracanado, y observemos qué ocurre a nuestro alrededor. 

Algunas de las partículas del elemento aire se unirán, y tomarán el aspecto del elemental del aire, un silfo o una sílfide. 

Según el estado de nuestra conciencia, la figura de la sílfide será más o menos nítida, llegando a verse el cuerpo de una joven de pelo largo, con un vestido largo, de ojos oscuros… 

Debemos parlar con ella. 

Cuarto ejercicio: Salgamos a la montaña, sentémonos en una roca, observemos a nuestro alrededor y sintamos el poder del elemento tierra. 

Vocalicemos el mantra I.A.O. 

Después de la vocalización mántrica, fijemos la vista en una roca, y hablémosle. 

Debemos presentarnos a la roca. 

Poco a poco de atrás de la roca saldrá un gnomo o pigmeo. 

Debemos entablar con él una conversación.  

Quinto ejercicio: De noche, en el bosque, debemos esperar el momento en que exista un silencio mágico. 

Después, debemos abrir una puerta (no visible) con la mano derecha, y permitir que el éter ilumine el lugar donde nos encontramos. 

En el lugar que ocupamos se unirán el Cielo (elemento aire), las nubes (elemento agua), la luna (elemento fuego), y alguna montaña (elemento tierra). 

 

Santiago Barberán 

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