EL NÚMERO 3 COMO SISTEMA DE CREACIÓN
EL NÚMERO 3 COMO SISTEMA DE CREACIÓN
El número 3 contiene en sí mismo, de una forma neutralizada,
al número 1 y al número 2.
El número 3 concilia a los opuestos, y el opuesto del impar
es el par, comprendiendo el impar como la afirmación de una acción, y el par la
negación de una acción.
Sin embargo, la negación y la afirmación nacen de la
conciliación, del lugar donde existe por igual la afirmación y la negación, y
de este lugar es donde se escoge si afirmar o negar la acción.
De esta forma el 3 es neutro y conciliador, y de él nace o
surge l comprensión creadora.
Todo nacimiento o creación es fruto de la comprensión
creadora.
Cuando queremos que una nueva o vieja idea nazca en un
individuo o en un colectivo, debemos trabajar con la ley del 3.
Una idea nueva tarda tres instantes en ser comprendido (en
que nazca en nosotros), y más allá de este tiempo, ya no será comprendida, pero
sí puede ser aprendida, aceptada, etc.
Llamar o invocar a una entidad por tres veces, es la forma
correcta de crear el espacio, para que esta entidad pueda manifestarse.
“Dialogar por tres veces un tema metafísico, y no más, es la
forma de no caer en una discusión sin sentido.”
Cerrar un asunto apretando las manos durante tres instantes,
es la forma de no volver a tomar el asunto en cuestión.
El tres es el número de la intención, y volver de nuevo al
tres, si la intención era equivocada, nos entrega la posibilidad de la
rectificación.
El tres en ocasiones es el Hijo y en otras es el Espíritu
Santo.
Como Espíritu Santo nos entrega los carismas que entre otros
son: El Don de lenguas, el Don de Curación, el Conocimiento de los Misterios,
etc.
Los Carismas son entregados a quienes viven de acuerdo a la
ley del 3.
Santiago Barberán
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