AUDIO LIBRO NUT - CAPÍTULO SEIS -LA MAQUINA HUMANA

AUDIO LIBRO NUT - CAPÍTULO SEIS -LA MAQUINA HUMANA  

20.02.2025 

 

La lógica en la que se basa con los cinco sentidos, no podría concebir que el contenido fuese más grande que su continente.  

Sin embargo, en el camino del conocimiento, lo infinito en ocasiones, se encuentra ubicado en el interior del finito. 

Para comprender lo anteriormente citado se necesita saber que existen siete dimensiones básicas, de las cuales el ser humano percibe tres.  

Uno de los primeros misterios que se encuentra el estudiante de esoterismo es su propio cuerpo físico 

El cuerpo físico posee tres funciones muy diferentes:  

-Vehículo de expresión  

-Máquina de transformación 

-Posada del alma 

Como posada del alma, en su limitado interior, habitan la personalidad, los 9.000 agregados psicológicos, las infinitas virtudes del alma y la propia esencia. Muchos habitantes para tan poco espacio.  

Cada órgano hueso, músculo, etc., del cuerpo físico, es una puerta para dimensiones que no percibe el ojo humano. 

El cuerpo físico cuando es gobernado por la esencia se humaniza, y este acto lo convierte en un participante de la infinita humanidad. 

Poseer un cuerpo humano da la posibilidad de poder llegar al estado de conciencia de ser humano. 

El cuerpo humano es un lugar de paso para la esencia, hasta que ésta llegue a transformarse en alma humana. 

Para que se produzca la transformación de esencia a alma humana, se ha de estudiar al cuerpo humano, como máquina de transformación. 

Los alquimistas llamaban al cuerpo humano el laboratorio oratorium, el laboratorio donde orar, donde hacer oro. 

Cuando la esencia vuelve de nuevo a dirigir su pasado, vuelve a abrir habitaciones que se encuentran cerradas y olvidadas, y una de estas habitaciones es el laboratorio alquimista. 

La primera máxima alquimista dice: “Si quieres hacer oro has de poseer un poco de oro”. 

La esencia es el alquimista y el propio oro. 

Ya estamos acostumbrados al doble papel que posee la esencia, como, por ejemplo, el caminante y el camino. 

El alquimista extrae el oro del plomo, el metal más antiguo que existe, y del mercurio seco, aparte de otros metales. La personalidad es el plomo, y el ego es el mercurio seco. 

La ciencia alquimista comienza por el autoconocimiento del cuerpo físico. 

Quien conoce, desde el autoconocimiento, el cuerpo físico, tiene la opción de convertirse en alquimista. 

La máquina humana posee cinco centros, donde se recogen diferentes tipos de energía, con las que los diferentes aspectos psíquicos podrán expresarse y desarrollarse. 

Los cinco centros funcionan mediante la ley de la acción y reacción. Expondremos a los cinco centros con el orden de más lento a más rápido. 

El centro intelectual se ubica en el cerebro, y su función es la de pensar, razonar y comparar. 

El centro motor se ubica en la primera vértebra dorsal, y su función es ser responsable de    todos los movimientos de la máquina humana, aunque él por sí mismo no posee la fuerza del movimiento, pero posee la capacidad de dirigir los impulsos de los demás centros, creando el movimiento físico. 

El centro instintivo se haya ubicado en la quinta vértebra lumbar, y su función es ser el responsable de guardar y mantener en buen estado todos los hábitos y costumbres adquiridos. 

El centro instintivo es muy adaptativo, y tiene la característica de alterar a los demás centros, y de ser alterado por todos ellos. 

El centro emocional es el responsable de la función de sentir en su máxima expresión, que es captar la vida, lo que se denomina sentirse vivo. 

El centro emocional si se desequilibra, estropea a todos los demás centros, y tan solo con la cooperación de todos los centros se consigue reequilibrar el centro emocional. 

El centro sexual posee la agradable función del magnetismo. 

El centro sexual posee la capacidad de polarizar, y cambiar la polarización de todos los demás centros. 

Esta capacidad hace de él que sea el sanador de cualquier centro, a excepción del centro emocional.  

Existen dos centros superiores en la máquina humana, el emocional superior y el intelectual superior.  

Ambos centros superiores solo pueden ser utilizados por la esencia, y por otras virtudes, nunca pueden ser utilizados ni por el ego, ni por la personalidad. 

Para estudiar estos centros superiores se ha de estudiar el mundo de los éteres, y este estudio lo realizaremos en los siguientes capítulos. 

 

SANTIAGO BARBERÁN 

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