EL NÚMERO CUATRO, LO OPUESTO
EL NÚMERO CUATRO, LO OPUESTO
20.02.2025
Para que exista el espacio, el número cuatro ha de utilizar su capacidad de crear lo opuesto.
La ley de lo opuesto crea el espacio, para que en él exista la creación.
El cuatro es la expansión y la concentración.
A la expansión la podemos llamar el día cósmico.
A la concentración la podemos denominar la noche cósmica.
El número cuatro siempre se encuentra expandiéndose, hasta un momento dado que él mismo vuelve a concentrarse de nuevo.
La ley de lo opuesto en el ser humano permite que éste se aleje de sí mismo (la divinidad), hasta que la misma ley lo devuelve a sí mismo.
La máxima de Hermes “tal como es arriba es abajo”, se origina por el número cuatro, porque él crea lo opuesto de arriba que es abajo.
Cuando el ser humano no respeta al número cuatro, crea la ley de los contrarios.
Los opuestos siempre se encuentran.
Los contrarios siempre chocan.
Unir los opuestos en el interior de del laboratorio de oración, es crear la experiencia divina del creador en el interior, “Hacer la obrar”.
El número cuatro es la síntesis de la Gran Obra.
Los dos seres humanos opuestos son el hombre y la mujer.
Cuando el hombre y la mujer reducen el espacio que los separa al mínimo, se realiza la Gran Obra.
SANTIAGO BARBERÁN
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