LA MUERTE DEL YO
LA MUERTE DEL YO
04.03.2025
Aquello que perece en un ser humano es el vehículo físico, porque éste es mortal.
Sin embargo, también poseemos una mortalidad humana energética y psíquica.
La Muerte como entidad o energía alcanza a una gran parte propia que la sentimos y hablamos de ella, utilizando la primera persona del singular “yo”.
Una gran parte que consideramos que los demás han de entender que somo yo, es mortal, temporal, y la muerte la alcanzará.
Existe una parte del ser humano que nace, crece y muere.
La muerte es un acto cotidiano y habitual, pero a nivel individual es una pérdida de identidad.
Es como si la personalidad y el ego fueran conscientes de su propia mortalidad, y supieran que fuera del tiempo no poseen existencia.
Cuando un ser humano separa todo lo que es temporal de aquello que no lo es, puede percibir que lo temporal ocupa un gran espacio en su existencia, y que se identifica con ello con el “yo”.
Si se busca lo atemporal, aquello que la Muerte no puede alcanzar, quizás nos sentiremos desorientados, porque no sabemos qué buscar o donde buscar.
Pero la muerte alcana el yo y a la personalidad.
Algunos filósofos se adelantan a la propia muerte en vida y se entregan a la eternidad.
SANTIAGO BARBERÁN
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