EL DESPERTAR ESPIRITUAL
EL DESPERTAR ESPIRITUAL
Cuando, en ocasiones, reflexionas sobre cuanto cuesta “el
despertar”, pienso que, quizás, es mejor no reflexionar en demasiadas ocasiones
sobre este tema.
El despertar comienza por una “educación fundamental”, o lo que
es llamado en otras ocasiones “el buen dueño de casa”.
Si reflexionamos sobre “la educación fundamental”, quizás,
lleguemos a la conclusión que ser educado o adecuado para las diferentes
situaciones de la existencia es trabajoso.
Hacer crecer en el espacio psicológico las buenas costumbres
o facultades anímicas de la tolerancia, la comprensión, el sentido del deber y
de la responsabilidad, las buenas palabras, la empatía, la disculpa, etc. Se necesita
de un espacio de tiempo no muy inferior a unos 30 años.
Si se posee la dádiva de estar en contacto, conscientemente,
con algún ser humano que posea estas virtudes, se podría alcanzar antes a
poseer estas virtudes, pero, quizás, sería por imitación.
Si a esta existencia traemos algún karma difícilmente superable,
karma duro, el asunto del despertar todavía se convierte en algo más difícil.
El dolor durante mucho tiempo, sea este físico o psíquico, la
falta de libertad, la opresión económica, etc. No ayudan en el despertar.
Siempre habrá seres humanos que, superando todos los obstáculos,
son capaces de despertar, pero son una pequeña minoría.
Desde el nacimiento hasta la edad de siete años, podríamos
aprender una buena educación, y de los siete años a los catorce años aprender a
llevarla a la práctica.
Después de los catorce años comenzar la lucha contra uno mismo,
participando a la vez de la sociedad.
Santiago Barberán
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