AUDIO LIBRO NUT - CAPÍTULO TRECE – RITMO RECURRENCIA Y REENCARNACIÓN
AUDIO LIBRO NUT - CAPÍTULO TRECE – RITMO RECURRENCIA Y REENCARNACIÓN
31.03.2025
Para el hermetista solo existe una ley, haz lo que quieras, pero esta ley advierte al propio hermetista que todos los actos serán sometidos a juicio.
Esta única ley es la regla universal por la que se miden todos los actos universales, sean éstos de elementales, seres humanos, dioses, planetas, etc., la única ley haz lo que quieras viaja a una determinada velocidad, y ésta se encuentra relacionada con la velocidad de la luz.
La luz es el espacio donde la ley y la esencia se encuentran, y este encuentro es llamado tiempo.
La velocidad de la ley, en algunos casos, parece rápida y en otros casos parece demasiado lenta, esto se debe a la distancia del acto en relación con el efecto esperado.
La dimensión tiempo no es percibida habitualmente.
La distancia entre el acto y el efecto esperado no es perceptible habitualmente.
Habitualmente el efecto esperado, una vez realizado el acto, no se sabe cuándo repercutirá.
Existen efectos esperados que no ocurren en la misma existencia en la que se realizó el acto, y existen otros efectos que su repercusión es instantánea.
La única ley entrega una gran libertad de acción a todos los seres.
Aunque también aporta una gran restricción de acción, una vez que el efecto esperado llega a su creador.
Cada ser es esclavo de sus propias obras o acciones.
La única ley, haz lo que quieras, y su repercusión, pero todos tus actos serán juzgados, crean la eternidad.
La eternidad es simbolizada por la figura geométrica de la circunferencia.
Todo es eterno hasta que llega la muerte, que es la misma eternidad con la capacidad de cambiar todo de espacio y tiempo.
Todo se expresa en un eterno ahora.
El eterno ahora es captado por el ser humano, por la repetición consecutiva de cualquier hecho.
La repetición consecutiva es llamada recurrencia.
La recurrencia ocurre en la luz donde se encuentra la ley y la esencia, la cuarta dimensión.
La repetición de situaciones es consecuencia de la repetición de actos.
Se repiten tantas situaciones que la vida se convierte en monótona y aburrida.
Se ha llegado a confundir la vida con la ley de la recurrencia, y al reflexionar sobre la ley de la recurrencia, como se si tratase de la vida, se llega a la conclusión que la vida no puede cambiar, si no es por un golpe de suerte.
La ley de recurrencia se encuentra en la cuarta dimensión.
La ley de la recurrencia puede ser modificada si se aplica una ley superior a ésta.
En la quinta dimensión se encuentra “la única ley”: “haz lo que quieras”.
La implicación de hacer lo que quieras conlleva romper con la ley de recurrencias.
Podría parecer, por lo anteriormente dicho, que la ley de recurrencias no ayuda a la esencia en su peregrinaje, y esto no es del todo cierto.
La ley de recurrencias lleva implícita a la ley del eterno retorno.
La ley del eterno retorno se resume en la siguiente frase: Todo aquello que sale de un punto dado vuelve a éste, más la experiencia adquirida.
Entre el acto realizado y el efecto esperado existe una distancia en forma de circunferencia.
En el recorrido a través de la circunferencia se acumula la experiencia del acto realizado.
Finaliza la acumulación de la experiencia en el efecto esperado.
La experiencia acumulada solo puede ser percibida por la esencia despierta.
La esencia dormida no comprende la sabiduría acumulada en el efecto esperado, la mal interpreta o simplemente no la valora.
Existe una ley por encima de la ley del ritmo, recurrencia y retorno, la ley de la reencarnación.
La ley de la reencarnación tiene su centro de gravedad en la sexta dimensión, el mundo causal, el mundo de thelema.
La ley del eterno retorno afecta al cuerpo físico humano 108 veces, y a la esencia 3.000 veces.
A los seres reencarnantes la ley del eterno retorno no los afecta.
Los seres que se reencarnan han roto la circunferencia, la eternidad, y se sostienen por la ley de la voluntad consciente.
La ley de la voluntad consciente se rige por la voluntad del Padre Cósmico Común.
El ser reencarnante posee su centro de gravedad en el origen.
La ley de recurrencias y la ley del eterno retorno poseen en su mecanismo la ley del ritmo.
La ley del ritmo son los diferentes sucesos que existen en un mismo movimiento:
- Las cuatro estaciones de un año
- Los siete días en una semana
- La madrugada, el mediodía, la tarde y la noche en un día, etc.
Cuando la esencia se percata de la ley del ritmo es que ha comenzado a despertar.
SANTIAGO BARBERÁN
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