JOJMÁ, EL CRISTO CÓSMICO
JOJMÁ, EL CRISTO CÓSMICO
26.07.2025
La sefirot Jojmá es el Cristo Cósmico.
El Cristo es la energía cósmica primordial, que se encarna en el ser que se encuentra debidamente preparado.
El Cristo nace en la sefirot Tiferet, y se desarrolla en la sefirot Jojmá.
El Cristo cristifica al Iniciado, y el Iniciado posee la energía cristo en su sangre.
El Iniciado cristificado es un cáliz, un santo grial con forma de ser humano.
Jojmá es el segundo logos, el hijo del Hombre, el hijo de Tiferet, el hijo de Biná.
Los grandes Maestros le recuerdan al neófito que al Padre solo se puede llegar a través del Hijo.
En la sefirot Biná, el iniciado se convierte en paloma y serpiente, símbolo del Espíritu Santo y de la Divina Madre.
En la sefirot Jojmá el Iniciado transforma la serpiente en buitre, y es llamado la serpiente emplumada.
En la sefirot Biná, el Ser, el Espiritu Santo y la Divina Madre se unen.
Jojmá es el logos Solar, la emanación ígnea, el Cristo en conciencia y en substancia.
El vocablo logos es utilizado como ciencia o estudio.
En la antigua Grecia la palabra logos fue utilizada como fuego creador.
El logos creador es el Padre Keter.
El Padre es el logos Creador y el Hijo es el logos Redentor.
Jojmá, como logos Redentor, une el alma con el absoluto.
Existe una oración gnóstica que ora al Cristo Cósmico:
“Creo en el Hijo, el Cristo Cósmico, la poderosa mediación astral que enlaza nuestra personalidad física con la inmanencia suprema del Padre Solar”.
En esta oración se nos dice que se ha de tener fe en el Hijo, en el Cristo Cósmico. En la oración se reafirma la fe en la energía cósmica del Cristo, porque ella es la única que nos puede unir con el Padre.
Solo cuando el Caminante del Sendero viva procesos anímicos terribles, se llega a comprender el fondo de esta pequeña oración.
“Si el agua no hierve 100 grados, no cristaliza lo que debe cristalizar”.
Ser consciente de la causa dolorosa de según que procesos anímicos es el Padre que se encuentra en secreto, es la única forma de vivir estos procesos de una forma aceptable, con aceptación de agrado.
SANTIAGO BARBERÁN
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