EL MOVIMIENTO ESOTÉRICO - CAPÍTULO 6 - AUDIOLIBRO NUIT
EL MOVIMIENTO ESOTÉRICO - CAPÍTULO 6 - AUDIOLIBRO NUIT
El conocimiento esotérico, como
cualquier otro tipo de conocimiento, puede ser estudiado o practicado o ambos
casos a la vez.
Los estudiosos del conocimiento
esotérico se basan en el estudio de códices o enseñanzas escritas que son
extrañas o raras a la propia cultura.
Los fragmentos escasos de
enseñanza esotérica que se encuentran en las más diversas civilizaciones, son
porque ésta era una enseñanza más oral que escrita.
En la transmisión oral, de labios
del Maestro a los oídos del discípulo, se sostiene el secretismo de la
enseñanza esotérica.
El por qué del secretismo de la
enseñanza esotérica se basa en que esta enseñanza es desobediente al propio
estado y a la religión dominante de ese estado.
Aunque el término de cultura
esotérica no sea un término oficial, por sus características, sí que
oficialmente puede ser llamada movimiento esotérico, ya que el término ‘movimiento’
se refiere a un pensamiento o filosofía que abarca todo el planeta Tierra.
En toda civilización que ha sido
estudiada, el factor esotérico existe en ella y, en todas ellas, este factor
siempre se ha encontrado en secretismo.
Algo que asombra en el movimiento
esotérico, entre culturas que se encuentran separadas por miles de kilómetros y
miles de años en el tiempo, es el parecido en símbolos, palabras,
construcciones, rituales, y muchas otras cosas más.
Otro aspecto que asombra entre el
esoterismo y otras culturas es la duración en el tiempo. Aunque una misma
sociedad, en su “evolución”, cambie de religión, de sistema político y también
evolucione tecnológicamente, el conocimiento esotérico de esta sociedad se
mantiene igual y prácticamente no cambia.
El esoterismo ha sobrevivido a
dictaduras políticas, a represiones religiosas, etc. Ésta fuerza de
supervivencia se basa en el reducido grupo de personas que poseían este tipo de
conocimiento.
Los lugares donde se impartía el
conocimiento esotérico fueron lugares disimulados y muy protegidos por su
secretismo. Si el esoterismo no se hubiera basado en estos principios, hubiera
desaparecido como tantas culturas lo han hecho.
Por la forma de proceder, por sus
símbolos, su finalidad, entre otros, los estudiosos del movimiento esotérico
han llegado a la conclusión que el esoterismo tuvo que tener un punto de
nacimiento y que, desde ese lugar, se expandió por toda la Tierra manteniéndose
en un estado puro, aunque integrándose en la “evolución” social y religiosa.
Estudiar todo el esoterismo
planetario, a la vez, resulta imposible, por lo que vamos a realizar un estudio
del esoterismo de aproximación, y el más próximo, en este caso, ha sido llamado
por sus características, ‘el movimiento amentinoneptuniano’.
La influencia griega en la
sociedad europea se basa, sobre todo, en su máximo esplendor llamado la Grecia
clásica. Es en este periodo cuando esoteristas griegos como Tales de Mileto,
Pitágoras, etc. Viajan hasta Egipto donde se encuentran con iniciados egipcios.
A este encuentro esotérico se le ha llamado ‘el movimiento Amentinoneptuniano’.
Esta palabra está compuesta por el término egipcio ‘amentis’, el inframundo y
el lugar donde se realiza el juicio al difunto egipcio, la sala Maat, y por el
vocablo latino Neptuno, dios del mar para los romanos o bien llamado Posidón
por los griegos.
El Amenti egipcio es el mapa por
donde el alma ha de pasar y sortear todas la pruebas para llegar al reino celeste
de Re.
En el Amenti se encuentran las
claves o fórmulas para iniciarse en el conocimiento esotérico y convertirse en
iniciado, en Maestro.
En cuanto al dios Posidón, es el
antiguo dios del continente Atlántida, origen de la humanidad actual.
De la unión del esoterismo griego
con el egipcio nació el esoterismo clásico.
Aunque no se puede obviar el
esoterismo africano, americano, asiático etc. Que también ha de ser estudiado
conscientemente.
Los griegos equipararon sus
propios dioses con los dioses egipcios:
Zeus (para los griegos) – Amón
(para los egipcios).
Apolo (para los griegos) – Horus
(para los egipcios).
Dionisio (para los griegos) – Osiris
(para los egipcios).
Hefesto (para los griegos) – Ptah
(para los egipcios).
Hermes (para los griegos) – Tot
(para los egipcios).
De esta forma, la religión y el
estado de las diversas ciudades estado griegas, no vieron ninguna amenaza la
cultura egipcia. Incluso Atenas, ciudad estado democrático, no vio ningún
peligro en la monarquía egipcia, ni los problemas con sus amigos griegos.
Esta amistad, nacida entre estos
dos pueblos, pudo realizarse porque ninguno de ellos valoraba al Eterno
Femenino. Si alguno de los dos pueblos hubiera tenido al Eterno femenino por
igual que al Principio Masculino, hubieran tenido grandes divergencias.
El mundo esotérico, por el
contrario, trata por igual al Eterno Femenino que al Principio Masculino, y por
esta causa tuvo que encontrarse en secreto.
Lo que las religiones y el estado
no eran capaces de permitir era que un movimiento exaltara la igualdad entre
hombre y mujer.
Como el esoterismo daba la idea
de que el hombre y la mujer eran iguales, el gobierno y la religión oficial
llamaban a las mujeres esotéricas ‘bujas’ y a los hombres ‘Zánganos’.
Un antiguo refrán dice: Donde hay
brujas no mandan los zánganos, ósea, a los esoteristas hombres los denominaban de
esta forma por predicar la igualdad entre hombres y mujeres.
El lugar donde se reunían los
esoteristas era llamado aquelarre. Se decía por entonces que el conocimiento
afeaba a la mujer ya que no se encontraba preparada para tal tarea y, de allí
nació la idea que las mujeres listas son feas y las brujas también lo son.
Tanto los esoteristas como las
esoteristas han tenido que aguantar persecuciones religiosas o políticas por
mantener sus ideas.
Para los esoteristas todo
material se encuentra vivo, incluso las formas mentales o emocionales que no
poseen un vehículo propio, como puede ser la Sabiduría, también llamada Sofía.
Para el esoterismo, Sofía, es un
ser vivo que busca manifestarse en cualquier ser vivo inteligente que se preste
a ello. La naturaleza de Sofía es femenina.
La Sabiduría esotérica es
femenina y eterna.
El símbolo esotérico con el cual
se designaba el lugar donde se impartía Sofía era la circunferencia, el cual,
también simboliza la eternidad y a la propia feminidad. Cada civilización ha
denominado a esta circunferencia con diferentes nombres: ‘Uroboro’ entre los
Celtas, ‘la serpiente mordiéndose la cola’ entre los Aztecas y Mayas, ‘El
dragón mordiéndose la cola’ entre los alquimistas de la edad media, etc.
Sofía, era también simbolizada
por el velo, fuera el de Isis o el velo como cortina para los pitagóricos.
Las sacerdotisas esotéricas, en
antiguos rituales, llevaban un velo que les tapaba el rostro, como símbolo de
que todavía los asistentes al ritual no poseían la sabiduría.
Los pitagóricos separaban la sala
donde se entregaba el conocimiento esotérico con una cortina y, en un lado de
ella, se encontraba el Maestro y sus iniciados (matemáticus) y, en el otro
lado, los no iniciados (ausmáticus).
Para los egipcios, Isis, la
sabiduría, siempre lleva un velo, ya que se encuentra velada a los ojos no
iniciáticos.
La Gioconda de Leonardo da Vinci,
por ejemplo, lleva puesto un velo disimuladamente.
Para los hindúes, la Sabiduría es
llamada ‘Kundalini’, la serpiente de mágicos poderes. Esta serpiente se
encuentra enroscada sobre sí misma en tres vueltas y media en el segmento
coxígeo.
El Eterno Femenino duerme en todo
ser humano y el Conocimiento esotérico trata de que cada ser humano lo
despierte.
Santiago Barberán.
Editado, Stephany N.
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