ESOTERISMO PRÁCTICO

La palabra maestro deviene del vocablo latín “magister”, el adverbio “magis” significa “más”.   Maestro vendría a significar: El que más sabe.   En el mundo del hermetismo existen personas que se han autocalificado Maestros, y otras personas a las que las han calificado de Maestros.   Quienes se autocalifican con ésta titulación dan, habitualmente, como razón una experiencia mística en la que fueron titulados como Maestros.   Existe una tradición hermética, no escrita, que cuando se llega al nivel de maestría y se obtiene el título de Maestro, el nombre personal es cambiado por el nombre divino que se posee desde el origen de los tiempos.   Esta tradición puede ser observada en el versículo 2:17 del apocalipsis:  “El que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe”.   El cambio de nombre es un proceso anímico muy i

  En la línea del Tiempo según donde nos encontremos se encontrará el pasado, el presente y el futuro. El Tiempo se origina en la cuarta dimensión, y la forma como es percibida, se debe a las influencias que recibe de algunas leyes de la quinta dimensión. La ley de la recurrencia se encuentra en la quinta dimensión, e influye sobre el Tiempo haciendo que éste se cierre sobre sí mismo, creando una circunferencia temporal. “Todo lo que sale de un punto, vuelve al mismo punto más la experiencia adquirida”. En el ciclo recurrente temporal se manifiesta la existencia de la vida. Las estaciones, los meses, las semanas y los días son recurrentes. La recurrencia astronómica y planetaria permite la existencia de seres vivos, con cuerpos recurrentes, como son los cuatro reinos de la naturaleza. Sin embargo, el alma humana no es recurrente, su existencia se encuentra sujeta a otras leyes. Cuando el alma se queda atrapada por la ley de recurrencia, el ser humano pierde el libre albedrío.

  La quinta dimensión es llamada el mundo de la mente. La quinta dimensión se encuentra ubicada entre la cuarta dimensión y la sexta dimensión. El guardián de paso de la quinta dimensión es Metratón, el mantra de entrada es Adacripto. En el mundo de la mente existen diferentes fuerzas que repercuten en las dimensiones tercera y cuarta. Dos de estas fuerzas son: el rayo de la muerte y la ley de recurrencias. La ley de recurrencia es llamada la ley del destino. La ley de recurrencias corresponde a la Gran Ley del Karma, Causa y Efecto. La ley de recurrencias se basa en la ley de las acciones y de las consecuencias. El rayo de la muerte se encuentra en la quinta dimensión y su regente es Orifiel, el cosmocrator del planeta Saturno. La quinta dimensión es la quintaesencia, el éter. Dice una máxima hermética: “Todo sale del éter y todo vuelve al éter”. La vida, cuando deja su vehículo de expresión, se ve reducida a la quintaesencia, a un principio mental, a un pensamient

  A Dios no se le puede conocer, pero sí se puede conocer su voluntad mediante el estudio y el desarrollo de las diez sefirot. La voluntad de Dios es absoluta y su orden no es comprensible. Dios pone un orden finito a su voluntad absoluta, para que se pueda recorrer el camino del finito al infinito y más tarde al absoluto. El camino iniciático se recorre de sefirot a sefirot. Las diez sefirto son:   ◊      Keter, la corona. ◊      Jojmá, la sabiduría. ◊      Biná, la comprensión. ◊      Jesed, la bondad. ◊      Gevurá, el poder. ◊      Tiferet, la belleza. ◊      Netzaj, la victoria. ◊      Hod, la luz. ◊      Iesod, el fundamento. ◊      Maljut, el reino.   Los diez principios, las diez sefirot, se encuentran en el ser humano, habitualmente, sin desarrollo. El ser humano debe desarrollar en sí mismo a las diez sefirot para llegar a Él, establecerse en Él y colaborar con Él. La esencia del ser humano, a través de sus virtudes, facultades, poder

  Más allá del mundo de las causas se encuentra el infinito divino, el eterno infinito. El eterno infinito se encuentra más allá del bien y del mal. El bien y el mal nacen del libre albedrío. El infinito relativo es el universo no visible. El eterno infinito es donde moran los Adam Kadmon, los seres humanos absolutos. El universo relativo es el mundo de la emanación, el mundo de Atzilut. En el mundo de Atzilut se manifiestan las diez sefirot y el tetragrama divino con sus cuatro letras Iud, Hei, Vav, Hei. En el tetragrama divino se encuentra la primera dualidad: Iud-Hei; el principio masculino y Vav-Hei, el Eterno femenino. El tretragrama divino es el número 1 y el número 0; y ambos son el origen de las 10 sefirot. El ejército de la voz, los elohim, son los responsables del mundo de la emanación. Los elohim son llamados de diferentes formas en las diferentes culturas: Cosmocratores, genios planetarios, choanes, ángeles, etcétera.   13   Santiago Barberán 23/07

  Dios es absoluto y su luz es infinita. La infinita luz de Dios todo lo abarca. Sin embargo, las tinieblas originales existen. Las tinieblas existían antes que la luz. En el principio de la Gran Creación la luz se expandió por el Verbo de Dios, y esta expansión no fue la primera ni será la última. De la anterior Gran Creación, los seres que se autorealizaron a fondo y que no quisieron penetrar en la noche cósmica son en la actualidad las tinieblas originales. La luz de esta nueva Gran Creación llegó hasta las tinieblas actuales, pero estas no las comprendieron, no quisieron colaborar con la luz de la nueva Gran Creación, porque ya habían realizado su trabajo y no querían volver a la Gran Creación para de nuevo volver a crear. Existen dioses que se encuentran más allá de la construcción y destrucción del Cosmos.   12   Santiago Barberán  23/07/2022