EL MURO DE LA MENTE

EL MURO DE LA MENTE


La mente adopta diferentes formas, como la de un burro, un lago, un cuenco y, también, la de un muro.

El muro de la mente es el separador de la ilusión, Maya, de las diversas realidades.

Cuando una impresión del mundo “exterior” llega hasta nosotros, ésta es rebotada por el muro de la mente, y lo único que sentimos de ella es el impacto contra el muro.

Es entonces, cuando nos referimos a la impresión como grande, pequeña, agradable, desagradable, duradera, efímera, dulce, salada, etcétera, pero desconociendo la impresión en sí misma, porque esta no penetró, solo impactó contra la mente.

Para comprender la vida en sí misma se ha de derrumbar el muro de la mente y hacer que ésta vuelva a su estado original.

La mente, en su origen, acoge a cualquier impresión externa, permitiéndola que ésta se exprese en total libertad, sin oponerse a ésta, ni tampoco aceptándola, pero permitiendo que se exprese.

La mente es receptiva, pasiva y gestadora de nuevas creaciones, ayudando a perfeccionar (evolucionar) a todo lo creado.

El muro de la mente se derrumba mediante el acto consciente de la meditación diaria.

 

Santiago Barberán

26/04/2023

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